La obra es la primera escena de una propuesta hilada de 5 obras:
Primeramente debo señalar la relación que tiene la figura de Dionysos en torno a la creación de l obra, puesto que la propuesta estética de la filosofía de Friedrich Nietzsche subyace bajo el concepto de Dionysos. Esto es que Dionysos era un dios de la antigua Grecia, siendo Grecia el origen de las concepciones de la cultura occidental que llegan hasta nuestros días.
Lo que creía la cultura griega, que también es retomado por la filosofía de Nietzsche, es que los dioses fueron creados a imagen y semejanza de los hombres; la manera de ser de los hombres constituyeron las figuras arquetípicas de las deidades griegas. Desde esta perspectiva hay una amplia relación entre las figuras divinas griegas y los humanos, debido a que representan características inherentes a la vida y manera de ser del hombre.
A través de esto existe un relato entre la historia de Dionysos junto con Ariadna. Se menciona que Ariadna es la representación de la mujer de los ojos más puros.
La historia del estímulo de creación de la obra se basa en un viaje que realizó Alejandro Loera (Dionysos) a un lugar en República Checa; Kutna Hora.
De manera que en el viaje realizado Alejandro se enamoro de una mujer en Kutna Hora, las cuales fueron el origen de la producción de la obra.
A través de esta correlación entre los arquetipos divinos, los humanos y la propuesta estética de Nietzsche, es que se pueden encontrar elementos de pasión, amor y tragedia.
La imagen de la obra “Ariadna, mi hermosa Ariadna, esta en el infierno; el infierno del Kutna Hora” está basada en la escenografía de las edificaciones en Kutna Hora, sin embargo la sensación de la producción del boceto anterior a la producción en la obra fue realizado en el mismo sitio. Donde se percibió un desgarrar apasionado del mundo y de la realidad, una caída ardiente de colores debido a las emociones de la sensación de la embriaguez del amor.
Si uno contempla la edificación de la parte superior derecha, puede encontrar un edificio en tonos rosados donde se puede observar un rostro en la edificación. El rostro es la representación de sufrimiento, donde una de las puertas representa la boca y un par de ventanas los ojos del personaje con relaciones antropocéntricas ligadas a la concepción de la imagen de Dionysos, donde en algunas de las tragedias griegas se le atribuye la característica de volverse toro; dando como resultada la cima de la edificación como una de las extensiones de un cuerno.
Por otro lado, el infierno o el inframundo, en los mitos griegos sobre lo dionysiaco representa el sitio donde fue a parar Dionysos para buscar a Ariadna, lo cual ocurre después de una cadena de acontecimientos. Donde primeramente Dionysos es devorado por los titanes, destruyéndolo casi en su totalidad a excepción de su corazón. Zeus, el padre de Dionysos, al contemplar la escena y sentir compasión por Dionysos, es que el padre de Dionysos abre su muslo para enterrar el corazón de Dionysos en su muslo y volverle a dar vida. Una vez que Dionysos regresa a la vida es que baja al infierno a buscar a Ariadna; es decir: la resurrección de Dionysos para entablar una relación de amor con Ariadna.
De este modo es que se produce una relación entre los mitos griegos y las actividades o secuencias históricas humanas ligadas a una representación personal del autor.
Así, si uno contempla la secuencia de las obras, puede encontrar la sucesión de acontecimientos que van desde el desprendimiento de los amantes hasta la encarnación de la tragedia en la última de las obras de la serie «La boda en el entierro del único vivo». Donde finalmente la figura nombrada como la Ariadna contrae matrimonio con otra persona debido a la incapacidad del retorno de los dos amantes.
Es importante mencionar que para Nietzsche el sentimiento más profundo que se puede tener en la existencia es el sentimiento de la tragedia. Dicho sentimiento, al ser aceptado, sería el mecanismo de validación de la existencia por sí misma en la representación cosmológica Nietzscheana del «Eterno retorno», el cual tiene una relación entre la propuesta de la teoría científica del «Universo Oscilatorio». Es decir, que en el momento que se acepte la tragedia se valida la repetición de la vida una y otra vez de la misma manera.
El sentimiento de la tragedia es un sentimiento muy enraizado a la lógica de la sociedad mexicana, puesto que, debido a las situaciones sociales y la lógica de la historia, es que se puede señalar como un pueblo que ha encarnado la tragedia en innumerables ocasiones. Así como también, es que los mecanismos culturales nacionales, han sido capaces de encontrar aceptación en la tragedia y, para la filosofía de Nietzsche, una afirmación de la vida misma.
Es a través de lo mencionado anteriormente como se menciona la correlación cultural en el marco del pensamiento del pueblo mexicano, ligado a las reflexiones filosóficas del pensador alemán F. Nietzsche y la correlación entre las figuras míticas originarias de occidente con la vitalidad humana.
Así también es importante señalar que la obra y lo narrado es el origen del planteamiento de la acción social representada en los acontecimientos de Alejandro Loera García en su contexto inmediato y las actividades culturales y políticas realizadas.